A partir de la declaratoria del tabaquismo como epidemia, en el año 2003 surge el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) de la Organización Mundial para la Salud (OMS), como una iniciativa dirigida a proteger a las generaciones presentes y futuras de las consecuencias del consumo y la exposición al humo de tabaco.
En el año 2008, el Estado costarricense ratifica este convenio asumiendo el compromiso político de implementar medidas para el control del tabaco. En este contexto, el 22 de marzo del año 2012 se aprueba la Ley General de Control de Tabaco y sus Efectos Nocivos en la Salud (Ley N°9028), posicionándose como uno de los avances más representativos en materia de salud pública a nivel nacional en los últimos años.